La educación es uno de los servicios públicos que más necesita mejorar en nuestro país. Para ello se necesita realizar una gran inversión parte del Estado, sin embargo, los gobiernos parecen que no están dispuestos a hacer tal esfuerzo. Si Observamos las estadísticas, en el año 2012 el presupuesto estatal para educación fue de 4,6 millones de euros, que equivale a un 4,42% del PIB. Esta cifra se queda bastante lejos de lo que dedica uno de los países más avanzados en materia de educación, como es el caso de Dinamarca, que destina un 8% de su PIB. 

Otro de los problemas en la educación es que no todas las comunidades autónomas destinan la misma parte del presupuesto a este servicio público, lo que genera grandes diferencias entre ellas y como consecuencia, unas regiones tienen más carencias educativas que otras. Así, Andalucía es la comunidad que dedican un mayor porcentaje de su presupuesto a esta partida (17%), junto con Cataluña (13,5%) y Madrid (10,9%). En el lado opuesto se encuentra La Rioja (0,6%), Navarra (1,3%) y Baleares (1,7%). 

Si analizamos a qué se dedicó el total del presupuesto del gasto público en 2012, veremos que el 72,5% acabó en manos de la educación no universitaria. Tan solo un 21% se destinó a la formación universitaria. En cualquier caso, el dato más preocupante es el del porcentaje destinado a becas y ayudas: un 4% en uno de los peores años de la crisis económica y además en un año en el que las tasas universitarias se incrementaron hasta en un 60%, como sucedió en Madrid. 

Asimismo, es muy significativo el gasto por alumnos público. En el conjunto del Estado el gasto por estudiante es de 5.431 euros, cuando en el año 2010 fue de 6.470, es decir un 16,6% menos. La comunidad autónoma que más ha recortado el gasto por alumno ha sido Murcia, que ha pasado de dedica 6.183 euros por alumno a 5.195 (1950 euros menos). Baleares también ha sido de las regiones que más ha usado la tejera por alumno, reduciendo el gato en cada uno de ellos en 1.592 euros. Aunque el País Vasco sigue siendo la comunidad donde más se invierte por alumno (9.143, ha sido la tercera que más ha recortado en este sentido, en 1.449 euros. 

Sin duda alguna lo que ponen de manifiesto estos datos es que hay una gran desigualdad en los recursos públicos destinados a educación entre las distintas regiones de nuestro país, lo que hace que haya unos alumnos más aventajados que otros. También es relevante el escaso apoyo destinado por parte de la administración a los alumnos a través de ayuda en el año que había un mayor número de padres desempleados y en el que las tasas universitarias se incrementaron de forma considerable. Quizás lo más sensato para tajar estos problemas sería la centralización de la competencia de educación para que los alumnos de todo el territorio español sean educador en las mismas condiciones.