Hace unas semanas os comenté que quería leerme El tiempo entre costuras de María Dueñas porque había visto la serie y la trama me había encantado. Por fin he terminado el libro, con un balance bastante positivo.

Sira es una joven costurera que por circunstancias de la vida acaba en Tetuán, en el Protectorado Español. Allí se verá inmersa en asuntos turbios que le servirán para conseguir dinero y abrir su propio taller de costura. Durante esta nueva etapa de su vida hará amistades de las más altas esferas. Esto hará que se mueva en una clase social muy distinta a la que procede. Y no solo eso, se convertirá en alguien clave para descubrir los artimañas del régimen Franquista y Nazi de cara a la II Guerra Mundial. 

Este libro no me ha defraudado por muchas razones. En primer lugar, me parece que María Dueñas ha construido muy bien los personajes. Por ejemplo Sira evoluciona de manera brutal pero imperceptible a lo largo del libro. Al principio ella era inocente en todos los sentidos, pero según avanza vemos como cambia su concepción del amor. Y cuando se sumerge en su nueva etapa en Madrid nos encontramos con una mujer independiente que toma decisiones por sí misma. Asimismo, encontraremos personajes entrañables, como Félix. Aunque algunos tendrán más recorrido que otros. Este es el caso de Rosalinda Fox, la amiga de Sira en Tetuán, o Marcus Longan. Ambos serán personajes clave. 

Además, la autora construye una trama en un periodo muy extenso e importante de la historia de España. El libro transcurre desde la segunda mitad de las II Repúbica hasta ya entrada la dictadura. Sin embargo, no te das cuenta de ello porque están tan metido en la historia de Sira, que no te das cuenta de que te está hablando de acontecimientos importantísimos. También cuenta las relaciones entre los miembros del régimen. Lo hace con metáforas brillantes, comparándolo con el bullying. 

Una construcción muy interesante que hace María Dueñas es comenzar los capítulos en un momento del futuro muy breve. Ahí la protagonista se para a pensar y vuelven al punto en el que lo habían dejado en el capítulo anterior, aumentando la intriga. Otra construcción muy interesante de esta autora es omitir la identidad de uno de los interlocutores de la conversación hasta que ya se ha avanzado mucho en el capítulo. Incluso te da a entender que Sira conoce perfectamente a ese persona, pero no te dice en un principio quién es. 

También hace descripciones muy minuciosas de los ambientes. De este modo te transporta a las calles de Tetuán. Parece que estás oliendo y escuchando lo mismo que Sira cuando pasea por las calles de la ciudad. 

Creo que por todo dicho anteriormente queda claro que es un libro 100% recomendable. Se lee muy rápido porque la historia te atrapa desde minuto uno. Es un poco extenso pero la manera de escribir también ayuda a que la lectura fluya de forma ligera.