El mundo evoluciona, aunque no a pasos tan agigantados como los que nos gustaría a las mujeres. Aun así, hay que destacar que cada vez más mujeres se  convierten en grandes iconos de masas y de creación de opinión pública, algo que demuestra la última lista de la revista Forbes con las 100 mujeres más poderosas del mundo.

Dos famosas políticas encabezan este ranking. En primer lugar la canciller alemana Ángela Merkel, sin lugar a dudas una de las mujeres con más poder del mundo, de hecho no hay más que ver cómo ha llevado la batuta en las exigencias económicas de la Unión Europea.  De cerca le sigue Hilary Clinton, que ahora se prepara para las primarias que le podrían llevar a la Casa Blanca, aunque todo parece apuntar que no será una carrera fácil.

El bronce se lo lleva la vicepresidenta de Bill & Melinda Gates Foundation, Melinda Gates. Su fundación fue  creada hace 15 años que ya ha donado más de 38.000 millones de dólares y trabaja para conseguir una mayor igualdad en servicios sociales.  Aunque también es conocida por ser la esposa del fundador y presidente de Microsoft, Bill Gates. Trabajó también para la compañía informática como gerente de producto de Microsoft Publisher, Microsoft Bob y de Microsoft Expedia.  

Otras de las mujeres que conforman este palmarés son Janet Yellen, Mary Barra, Christine Lagarde, Dilma Rousseff, Sheryl Sandberg, Susan Wojcicki y Michelle Obama. Destaca la archiconocida presentadora norteamericana Oprah Winfrey. Asimismo, esta lista también tiene sabor español, ya que la presidenta del Banco Santader, Ana Botín, ha sido la única española en este ranking, ocupando la posición número 18.

Despacito, aún muy despacito, pero con buena letra avanza el número de mujeres que ocupan jefaturas del Estado y de Gobierno, un total de 10 y 14, respectivamente.  También se incrementa el número de mujeres CEO y de multimillonarias. Tristemente, las mujeres siguen siendo una minoría en Silicon Velley, tan solo hay un 9%.

Aun así, desde Forbes lamentan que aún el número de mujeres verdaderamente influyentes es aún insignificante. De hecho, señalan que hay que ampliar el enfoque, para que las mujeres más ricas vayan dejando puesto a las más poderosas en este ranking.